martes, 18 de noviembre de 2008

UN FIN DE SEMANA DISTINTO



Aquí estoy de nuevo para compartir con vosotros un fin de semana distinto a lo habitual, es decir, sin moto que ya es raro en nosotros con lo "viciosomoteros" que somos.

Este fin de semana del 15 al 16 de noviembre, María y yo, decidimos vernos en Granada, a mitad de camino entre Ceuta y Alicante, para de esta forma aprovechar un poco más el tiempo que la lejanía nos obliga a desaprovechar. Pues bien, hablándolo con mi amigo Carlos, amante de dicha ciudad, se apuntó a la excursión y, ya que estábamos, se lo dijimos a Zaida y a Ximo, que también les pareció una buena idea.

A partir de ese momento, Carlos se encargó de reservar hotel, yo de "no" poner a punto el coche, Zaida de empaquetar a la perrita "kika" con Luci y Raúl, y Ximo de la cuestión bebística y logística para el evento.

Así que el Viernes sobre las 17h., nos juntamos los de Alicante y tomamos rumbo a Granada, mientras María saldría de Ceuta después de dar clases, a eso de las 9 de la noche.

Los del comando alicantino, llegamos sobre las 9 de la noche al hotel M.A. Luna Arabial, después de un viaje de unas 4 horitas amenizadas por la selección musical de María, donde pudimos disfrutar de musiquita española, de funkie, y de un pupurrí muy entretenido.

Duchita y a quedar en el centro de Granada con Juan y Ana, amigos de Carlos, quienes nos llevaron por varios de los barecitos de la ciudad donde cenas a base de tapas hasta decir basta.

Yo mientras estaba pendiente de la llegada de María mediante llamadas al móvil, para saber concretamente por donde andaba. Hasta que, sobre la 1 de la madrugada me dijo que estaba a 7 kms. del hotel. Así que el grupo decidimos abandonar el centro de la ciudad e ir hacia una discoteca cercana al hotel y yo recoger a mi niña para juntarnos en dicho antro de lujuria y perversión.

Como dirían los de Cái: "No vea que fiesta, pissha!". Chistes, trucos de magia, bailoteo, copitas espirituosas, etc. etc. etc. Hasta que los respectivos cuerpos dijeron basta y nos fuímos a dormir, o lo que sea.

Y ya el Sábado por la mañana y coincidiendo con la apertura de la temporada de Sierra Nevada nos fuímos a ver la nieve.

Hacía frío, pero se podía soportar muy bien al solecito. Así que nos dimos un paseo por las instalaciones de la estación de esquí, nos tomamos unas cervecitas, nos afotamos debidamente y nos fuímos a comer a uno de los mesones de la carretera: "La Víbora, secadero de jamones".

Calditos calientes para todos y un plato de carne de segundo, acompañados por el calor de la chimenea. Cafeses y a descansar al hotel.

Y por la noche, más de lo mismo del día anterior, quedamos con Marisa, una amiga de Carlos y los amigos de ella, tapeamos y de nuevo a bailotear hasta altas horas de la madrugada.

Y a media mañana del Domingo dejamos el hotel, nos dimos un paseo por Granada en coche, nos perdimos con mucho estilo ya que terminamos en un mirador donde se podía ver toda Granada y allí mismo comimos en una terracita muy agradable, amenizada por un cantautor y su guitarra, que no lo hacía malamente.

Ya tocaba lo peor del fin de semana, la despedida con María que se volvía a Ceuta y nuestro regreso a Alicante. Besitos, abracitos y mucha penita, pero es lo que hay. Así que cada mochuelo a su olivo después de unos cientos de kms. en coche.

Pues así fué este fin de semana "distinto", genial, divertido y con buenos amigos alrededor.

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Hasta la próxima.